ser una persona que profesa la fe católica y que demuestra con su actitud permanente la sabiduría que viene de Dios y lo lleva a testimoniar la transparencia, la bondad, imparcialidad y sinceridad procurando sembrar justicia para recoger como fruto la paz.
Tiene como fuente la Palabra de Dios donde bebe cada mañana el alimento de vida espiritual, fortalecida con la Oración que lo ayuda a trascender la cotidianidad y a irradiar a Dios en todo lo que hace.
En el área de la investigación rompe con los viejos paradigmas y cambia la mentalidad, para fortalecer la capacidad analítica, crítica, interpretativa y la búsqueda del conocimiento permanente que le ayuden a liderar proyectos y a transformar el entorno.
Su vida de familia debe ser testimonio de armonía, paz, fidelidad y entrega que le permita mantener con las educandas y sus hogares una relación dialógica, horizontal, cordial y respetuosa contribuyendo así, al crecimiento de los valores, pilares de la formación que promueve la Institución en los estudiantes y sus familias.
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